Confiabilidad Eléctrica

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Electric vehicle charging stations

Solucionar los problemas de contaminación y transporte en una ciudad con tanto tráfico como París no es nada fácil. Pero ese es el reto que asumió la empresa energética Bolloré cuando empezó a fabricar su Bluecar, un vehículo de cuatro plazas y 100% eléctrico, para que, en menos de un año, lo pudieran usar miles de parisinos, las 24 horas del día, los 7 días de la semana y con el que se probaron los rodamientos de bolas y de sensor.

Los primeros 1000 vehículos, las estaciones de carga eléctrica y la infraestructura necesaria para el sistema debían estar a punto para el lanzamiento en diciembre de 2011, lo que añadía mucha presión al proyecto en términos de calendario.

A solo cuatro meses del lanzamiento, Bolloré llamó a SKF para que le asesorara en relación con el motor del vehículo. “Utilizábamos componentes estándares diseñados por y para fabricantes de automóviles, pero no eran los adecuados para un vehículo eléctrico que tenían que usar múltiples conductores cada día”, dice Benoit Hurel, director técnico de vehículos eléctricos de Bolloré.

SKF reunió inmediatamente a un equipo formado por gente de la unidad de rodamientos con sensor, la unidad ADC-SI (centro de desarrollo para automoción-integración de sensores), la unidad de desarrollo de rodamientos rígidos de bolas, y ventas.

El equipo combinó dos soluciones existentes: rodamientos de bolas y rodamientos con sensor diseñados específicamente para vehículos eléctricos de gran potencia. Juntos, mejoraron el rendimiento del motor eléctrico y contrarrestaron los efectos negativos medioambientales externos. En pocos días, el equipo de SKF pudo diseñar, producir, probar y entregar rodamientos de motor y con sensor a la planta del Bluecar. El resultado fue un aumento en el rendimiento del vehículo, tanto en términos de eficiencia del motor como de reducción de los niveles de ruido. Y todo ello, justo a tiempo para el lanzamiento.

La avanzada tecnología y la rápida innovación fueron factores fundamentales para el éxito del proyecto.

Hoy, en París, un conductor puede localizar cualquiera de los más de 3000 Bluecar y las estaciones de carga a través de una aplicación de teléfono inteligente o por Internet. Alimentado por una avanzada batería de litio-metal-polímero, el Bluecar tiene una autonomía de 250 kilómetros con una sola carga. Su GPS incorporado mantiene el vehículo en contacto constante con el centro de mando en la sede de Autolib’ en Vaucresson, al oeste de París. Desde diciembre de 2011, unas 180.000 personas han utilizado Autolib’ para unos 6,5 millones de viajes.

“Por supuesto, esto no habría sido posible sin los conocimientos clave en materia de tecnología de rodamientos de bolas y con sensor, pero el factor de éxito clave es la excelente colaboración entre los equipos de SKF y Bolloré”, dice Antoine Kassidonis, gerente de ventas de SKF Powertrain and Electrical, Francia.

Este trabajo de equipo es muy valorado en Bolloré. “Nuestros colaboradores son muy importantes”, dice Hurel. “Trabajar con personas que comparten el mismo objetivo de ‘soluciones primero’ y una gran capacidad de reacción resulta fundamental para desarrollar conceptos nuevos rápidamente”. Y es, también, una de las razones por las que la colaboración ha continuado después del proyecto de París.

En efecto, al día de hoy, SKF sigue apoyando a Bolloré, aportando soluciones exclusivas en materia de rodamientos para los otros servicios para compartir automóviles eléctricos de la empresa (como Bluely en Lyon, Bluecub en Burdeos y ahora BlueIndy, lanzado en mayo de 2014 en Indianápolis, Indiana, Estados Unidos). SKF también ha ayudado a Bolloré en otros proyectos de crecimiento rápido, como el BlueBus, un autobús 100% eléctrico que ahora se utiliza para el transporte público en varias ciudades de Francia y Europa.

Lo más destacable del sistema es su impacto positivo sobre el medioambiente. Hasta la fecha, Autolib’ ha contribuido a la reducción de la contaminación al ahorrar más de 6000 toneladas en emisiones de CO2. Es un dato importante para París, cuyos niveles de contaminación atmosférica todavía son excesivos.

Para SKF, este aspecto medioambiental ha sido un elemento fundamental de la colaboración con Bolloré. “Autolib’ y el resto de las iniciativas de Bolloré con vehículos encajan a la perfección con los objetivos BeyondZero de SKF, puesto que ofrecen soluciones con beneficios medioambientales significativos”, dice Kassidonis.

Con el objetivo de satisfacer las necesidades de energía limpia de sus clientes, Bolloré sigue entrando en mercados nuevos y ampliando su gama de vehículos eléctricos. Entre los lanzamientos recientes, se incluyen el BlueSummer®, un bonito descapotable ideal para las vacaciones, y un vehículo utilitario para pequeños empresarios. La estrategia de Bolloré, una mezcla continua de innovación y eficiencia, sin duda allanará el camino para el uso de vehículos eléctricos en más ciudades en el futuro.

BeyondZero es una marca registrada del Grupo SKF.

Rodamientos de bolas, de motor y con sensor SKF

Los rodamientos SKF eDrive Deep Groove Ball Bearings han sido diseñados específicamente para mejorar la eficiencia, reducir las pérdidas por fricción y aumentar la velocidad de vehículos híbridos y eléctricos. También alargan la vida útil del sistema de transmisión y la autonomía de la batería. Las unidades de rodamientos con sensor SKF combinan un bajo momento de fricción y una funcionalidad a velocidades altas con señales de alta precisión para determinar la posición angular del rotor. Las unidades son insensibles a las graves perturbaciones del campo magnético, y pueden soportar vibraciones y temperaturas constantes de hasta 150 ºC. Son compactas y ayudan a mejorar la seguridad, la eficiencia del motor y la recuperación de energía en el frenado.

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